Marisol Lara
Twitter: @marisolinski
Vergüenza, humillación y decepción son solo algunos de los calificativos con los que
cualquiera puede referirse al rebaño sagrado, el equipo anda mal y de malas, no juega
a nada y lo peor es que ni siquiera muestra ganas, ni un indicio de mejoría en actitud,
rendimiento, fondo físico, motivación, nada.
La situación en la que se encuentra el equipo es cada día peor, sus principales rivales en
la cuestión porcentual se aferran a la primera división, mientras que las chivas se hunden,
el descenso está caliente y el Guadalajara, sí, el equipo más popular y más ganador en
nuestro país, cada día ve las llamas de la liga de ascenso más de cerca. Para muchos
puede sonar imposible, basta con ver los resultados obtenidos en los últimos años por el
equipo para darse cuenta de que esto es real.
En todos lados, en todas las ligas del mundo ningún equipo esta exento de perder la
categoría y los jugadores del Guadalajara deberían de estar consientes de ello. No hay
peor ciego que el que no quiere ver y creo que por años el club vivió en esta negación,
en “ las cosas no están tan mal”, “vamos a mejorar”, “no pasa nada” y en ese proceso de
“no pasa nada” en realidad pasaron muchas cosas; sobretodo muchas derrotas, malos
resultados que no sólo los alejaron de la parte alta de la clasificación, sino que los llevaron
justo a donde hoy en día se encuentran, todo lo anterior es consecuencia de muchas
cosas, malos jugadores, futbolistas que no soportan la presión y no sienten los colores
de la camiseta, directores técnicos ineficientes que no supieron darle al equipo ese
revulsivo que tanto necesitaba y que con sus decisiones erróneas dejaron ir partidos que
parecían ganados y sobretodo ganables, un dueño que no sabe nada de fútbol, que sólo
lo ve como un negocio y al que le importa más causar polémica que hablar en la cancha,
culpables hay muchos, incluso los aficionados que poco a poco han dejado de apoyar al
equipo y han dejado de ejercer presión, es muy fácil abandonar el barco cuando se está
hundiendo y muy difícil pretender que siga a flote en medio de la tempestad, pero es lo
que se necesita, lo más importante por ahora es subsistir.
Lamentarse y buscar culpables está de más, es momento de actuar, un nuevo cambio de
timonel parece ser la solución, rescatar algunas cosas que se hicieron bien en el pasado
¿funcionará? No se sabe, el tiempo lo definirá, el tiempo y el trabajo tendrán que rendir
cuentas y dejaremos de especular, aunque creo que en este caso más vale “bueno por
conocido que malo por conocer”, así tal cual, porque es evidente que el “Chepo” de la
Torre es un técnico capaz, que conoce al equipo y que siente amor por la camiseta, pero
como popularmente se dice “no son enchiladas”, retomar el rumbo es un trabajo difícil, un
largo camino por recorrer, el equipo requiere y necesita resultados inmediatos, resultados
que den confianza, pero primero tiene que pasar por un proceso de adaptación; hay
equipos que ante los cambios de técnicos muestran resultados inmediatos, la conocida
leyenda de que equipo que estrena entrenador gana; pero que en las Chivas no pudo
aplicar, la nueva era de los de la Torre comenzó con el pie izquierdo, siempre he preferido
los malos principios con un buen final y espero que este sea el caso; en fin...hay que
darle tiempo al tiempo, la pregunta es ¿Dará tiempo?
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