Punto y
aparte.
Jessica Medina
De pie
Hidalgo, lugar en donde los dioses se disponían a tomar
la bebida del maguey, en donde los mineros, sucios de las manos, comían los ya
tradicionales pastes, lugar, hasta la fecha, lleno de comunidades que a diario
se levantan para trabajar arduamente y en donde parece ser que los cacicazgos
siguen estando presentes, solo que con un traje más elegante, sin duda, el
sello de quién nos gobierna fue pactado con sangre eterna.
Desde entonces y hasta ahora nuestro estado ha crecido
desmesuradamente, en territorio y población, pero sobre todo en los proyectos
estructurales que están en la mira para sus modelos “modernistas”. Los
hidalguenses se dirán así mismos que, con el futuro Tuzobús, las “arregladas”
carreteras y avenidas y los nuevos puentes viales el gobierno priista está
haciendo “bien” su trabajo, pero ¿qué proyectos se tienen para combatir el
incremento de niñas y niños desaparecidos?, ¿qué sucede con los accidentes de
tránsito que pasan diariamente? y, ¿los feminicidios?, ¿a quién le preocupa el bárbaro
cambio climático, el fuerte abuso de los “especializados” en proteger nuestra
seguridad o la cruel violencia invisible que se tiene y mantiene hacia los
animales?, definitivamente ni al gobierno ni a la mayoría de los ciudadanos,
claro, sin excluir a las excepciones quienes se tienen que convertir en esa
mayoría.
Existe un alto y alarmante porcentaje en la falta de
participación, y es aún más preocupante que el sector estudiantil sea parte de
esa carencia, no sólo para estas cuestiones sino también en el ámbito cultural.
Nosotros, los estudiantes, somos una clave importante para impulsar y construir
conciencias y acciones que cuestionen, re-evolucionen y visibilicen este tipo
de aspectos sociales y culturales, ¿qué está pasando con Hidalgo, que aún no se
decide despertar?, miramos y comentamos sobre otros movimientos o colectivos
que han y están surgiendo en otros estados y países, sin embargo, sólo se queda en eso, palabras y
no acciones. Tantas cosas que se podrían construir en grandes grupos de todo
carácter, desde ámbitos educativos hasta instancias más aguerridas, hay varios
colectivos en el estado a los que se podría apoyar, sin embargo, no se les da
una fructífera y amplia difusión, y agregando la poca participación, sólo
se consigue un mínimo interés y respaldo.
Hace ya unos días que el Politécnico se encuentra en
manifestaciones grandes para que les hagan valer sus derechos como estudiantes,
¿y qué hacen los alumnos de la UAEH? apoyan compartiendo desde sus pantallas en
redes sociales imágenes y videos sobre este acontecimiento, acción que por
supuesto no es negativa, pero cuando se necesita manifestarse aquí ¿en dónde
están esas personas?, y así pasa siempre en muchas situaciones, estado que es
“activado” y cuestionado desde el sofá.
Las ideas están presentes, sólo falta accionarlas para
que nuestro estado empiece a despertar más
rápido en cuestiones sociales y
culturales, tenemos que reflexionar que no podemos esperar a que los problemas
de violencia en todos los ámbitos, el acelerado cambio de climas, las
autorregulaciones sin argumentos y sin fin de puntos lleguen a su máximo
esplendor, pero queridos lectores,
esto del boom es PUNTO Y APARTE.
Twitter:
@jettimedina
Facebook: Jessica Medina
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