"Érase una vez…"
Fernando Castañeda Santillán
@castanedafers
Antes que nada una disculpa por no haber publicado la semana pasada, por diversas cuestiones me fue imposible hacerlo, pero estoy de regreso con “A Cuadro”, hoy hablando de cine, pero… bueno ustedes ya leerán. Así que aquí nos vemos semana a semana, gracias.
Octubre es un mes importante para la industria cinematográfica mundial, ya que arranca el previo a las entregas de premiaciones, comienzan a proyectarse las cintas que estarán en contienda; se nota claramente la diferencia del tipo de películas que vemos el resto del año. En el caso particular de México se da una emisión más del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el festival más importante de nuestro país y al cual no he tenido la oportunidad de ir, lo cual lamento siempre y es el cumpleaños de la revista que no me puede faltar mensualmente, Cine PREMIERE, la revista que me ha ayudado a formar un poco en materia de cine y la que ha hecho que mi gusto crezca mes con mes, día a día. Con esta premisa de octubre me puse a pensar en algo simple: Cómo inicio mi gusto, que digo mi gusto, mi amor hacia el cine; fácil comenzó así…
Tal vez haciendo memoria mis recuerdos de infancia se basan en ir a la escuela y pasar grandes momentos con mis amiguitos de primaria, salir a jugar, correr, andar en bicicleta con amigos y familiares, jugar con el NES que heredé de mi hermana mayor que aún tengo y que funciona muy bien, algo que también marcó mi niñez fueron las horas que pasaba frente al televisor viendo muchas caricaturas que hasta el día de hoy les tengo un gran cariño y anhelo, pero sin duda fueron esas tardes de sábado en la programación de Canal 5 (así es, no contaba con TV restringida aún) donde transmitían muchas películas que hicieron el primer gran contacto con el mundo del cine.
Recuerdo haber visto algunas películas, que al día de hoy y con mi experiencia los puedo catalogar como unos bodrios y algunas otras que han pasado a ser verdaderas obras de culto. Star Wars, Back to the Future, Indiana Jones, Batman (Burton), Jurassic Park y mucha otras más que seguro no recuerdo en este momento. Tal vez las mencionadas no se comparan con grandes joyas y clásicos del cine, pero sin duda fueron y son una referencia de algo que ha sido un antes y después para muchos otros, producciones que realmente nos hacían vivir la magia del cine.
Fue eso lo que inició mi amor por este inmenso y a la vez tan pequeño mundo, muchos pueden definir su interés a partir de cierta película o de su primera vez en una sala cinematográfica, pero lo mío fue diferente como ya lo leyeron antes.
Pero la continuación de lo que hoy es más que ser un simple espectador se siguió dando con el paso de los años: como el número incontable de veces que vi The Lion King, mi primera ida al cine, mi impulso por seguir las ceremonias y las películas que cada año se hacían presentes en estas, que al mismo tiempo ampliaban mi panorama de clásicos del cine que por mi corta edad no había visto nunca. Hasta qué ese punto trascendió ya no sólo era consumir todo lo que giraba torno al cine, sino cuando decidí que tengo (es parte de lo que estoy trabajando) que ser parte de ese mundo de luces y reflectores, aunque para dejarlo más en claro sería de producción y bambalinas, porque es ahí donde sucede la magia del cine.
Tal vez la historia no sorprende, no es de “Wow! No me esperaba eso”, pero mi historia es así, es por eso que semana a semana les hablo de algo relacionado al cine y la TV, es lo que soy y de lo que me gusta hablar; como se darán cuenta esta semana no supe de qué hablar, fue un momento de mostrarles como comenzó todo en mi, un sueño al estilo de la mejor historia contada en una sala de cine.
Twitter: @castanedafers
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