Punto y aparte: Es cuestión de tiempo

Punto y aparte.

Jessica Medina

Es cuestión de tiempo

“Normalistas desaparecidos, ejecuciones, fosas, manifestaciones… ¿Y dónde está el presidente?”. “Van a paro 29 escuelas por Ayotzinapa”. “Tlatlaya: la presunta ejecución de 22 personas por parte de militares pone en duda la decisión de mantener al Ejército en las calles”. “Asesinan a tuitera en Reynosa por exhibir al narco”. “Perro salchicha quemado y ahorcado en Tultitlan”. “Peña propone recorte de 4 mil mdp a la cultura: Conaculta e INBA, los más afectados”. Las anteriores son algunas de las entradas plasmadas en la prensa escrita y vía internet,  y aunque son de distintos temas, todos son importantes, casos que reflejan nuestra dura realidad, ¿qué hacemos nosotros ante esto?, ¿mejor conformarse que actuar?, ¿y si hubiéramos sido alguno de nosotros los desaparecidos o ejecutados?. No hay que esperar, luchar no sólo significa salir a la calle con armas y disparar.

Qué pasa con Hidalgo, qué tarda en despertar,  qué se necesita para que más jóvenes se den cuenta de lo que está pasando en su realidad, una que directa o indirectamente nos está afectando a todos, cuándo será el día en que ya no se necesite sólo una mano para contarnos en las manifestaciones y reuniones de conciencia,  en dónde están aquellas generaciones que alzaban la voz sin importar nada, en dónde están los estudiantes que luchan por una universidad mejor, para que nos den las verdaderas herramientas para salir y enfrentarnos con la realidad, con suficiente equipo para realizar las prácticas necesarias, una en donde podamos expresarnos hasta cierto punto de diversos temas, plasmándolos en murales, carteles, fotos, o cualquier otro material o espacio, sin estar al pendiente de que al otro día nos lo quitarán, una, en donde no tengamos que escondernos para compartir pensamientos con otros compañeros.

Es cuestión de tiempo, dicen algunos, nunca sucederá, dicen otros. Tal vez lo correcto es decir que, sí se necesita tiempo pero si nadie tiene las iniciativas, es un hecho que nunca sucederá.  Entiendo que en estos tiempos es difícil, con tantas ideologías distintas y algunas confundidas, con los bombardeos mediáticos manipulados que tachan de “vandalismo” todas las maneras de protesta, las nuevas y alienantes tecnologías que han aislado a muchos jóvenes, la estructura conservadora y controladora de las universidades que quiere que salgamos sin pensamiento crítico, manteniéndonos siempre al margen de todo sin dejarnos ni siquiera hacer una asamblea o compartir propaganda y, con el miedo infundado por tanta violencia. Sin embargo, creo que los grandes cambios se van trabajando desde abajo y desde poco.

El país está casi por estallar de tanta agresión, pero hay que comprender que primeramente, antes de salir a luchar, se necesita informar y sensibilizar a las personas de los acontecimientos que están pasando y el porqué de estos, ya que aunque se vive diario, aún hay mucha gente que no tienen idea de lo que pasa, por no tener accesibilidad o interés. Porque bien dice la consigna ¡El pueblo informado, jamás manipulado!

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