Cambalache
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@92Noguez
Strellitadelsur_92@hotmail.com
“NOVIA O
CARRO”
Un automóvil en sí es un gasto grande y de esfuerzos,
más aun si se trata de un vehículo de
agencia, donde las tasas de interés incrementan el precio del mismo, casi al
doble de su valor comercial, claro, firmando el contrato la devaluación de la
unidad se hace presente.
Y qué decir del súper negocio que realizan
agencias y aseguradoras, con sus ofertas
falsas y poco convenientes para el “asegurado”. Y es que, en la mayoría de los
casos una empresa de esta índole solo se queda en el nombre, porque en un
accidente o robo de cualquier parte del vehículo o de su totalidad, el seguro no aplica, no te recuperan nada, o en su
defecto vence el contrato (un año, dos, tres…) y éste nunca fue utilizado.
Casual.
Pero para una persona joven y con un empleo
informal, o para un estudiante conseguir un auto pudiera ser 1) fácil para los
llamados hijos de papi que con estirar la mano, una lagrimita o simplemente
pedirlo, se les concede su deseo como si contaran con la lámpara de Aladino. Y
por otra parte, 2) difícil para los jóvenes que no tienen la suerte de gozar de
la ayuda de un proveedor millonario, los jóvenes que saben que las cosas, sean
cual sean, tienen su sacrificio y su valor en trabajo, los pocos y contados que
hacen el propósito por ahorrar y
administrar el poco o mucho ingreso económico que obtienen a través de un trabajo
propio. Con el fin aspiracional de poseer un carro aunque sea antiguo y en
malas condiciones. El estatus o la necesidad lo pueden más.
Y es que tener un auto no sólo es adquirirlo,
ser feliz por el hecho y sentirse superior a los faltos del mismo, sino, es mucho
más que ello, sobre todo en la edad previa a la madurez o a un trabajo estable
y bien remunerado.
El contar con un automóvil prácticamente es prepárese
para la maternidad o paternidad, sea el caso. Pues el mantenimiento de un unidad
automovilística es similar, o sino la misma que criar a un bebe o consentir a
una novia que lo pide todo.
Tener un auto implica mantenimiento, cuidados y
tiempo. Es tener un buen hábito en el manejo económico, la habilidad de ahorrar.
Esto, porque es imprevisible cuando es que pueda necesitar un servicio mecánico
por una descompostura, una alineación, un balanceo; o ahorrar para la tenencia,
la verificación, la licencia para conducir y su renovación, y que decir de la gasolina que va en un aumento
incontrolable y sin solución.
Tener un automóvil es de gran ayuda para cualquier
emergencia o alguna necesidad básica. Facilita la movilidad rápida y “segura”
de sus usuarios, sobre todo en estos tiempos de tráfico y vida acelerada.
Pero en mi opinión, creo es más fácil tener una
novia caprichosa que un automóvil. Como sea, si te encuentras en una situación
económicamente difícil, a la novia puedes
posponerle las citas en lo que
recuperas tu estado financiero, pero un carro, sin gasolina y sin mantenimiento
difícilmente podrá funcionar, y lo peor es que entre más postergues su
mantenimiento y uso, los gastos incrementarán.
¿Estás
listo para la responsabilidad?
Karly Noguez
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