A nivel
de cancha
Equipos chicos, afición grande.
por Silvia Hoyos Twitter: @_silviahl
¿O será afición chica, equipo grande? No lo creo.
Estamos a más de la mitad del torneo de la liga mexicana y los
llamados “equipos grandes” viven realidades muy distintas.
En primer lugar podemos apreciar la desastrosa crisis de Chivas,
un equipo que últimamente ha dejado la etiqueta de grandeza y que ha olvidado
que tiene una afición mayúscula que ya no es nada proporcional al desempeño
futbolístico de este equipo. El club Guadalajara es uno de los que tiene afición
en México y fuera del país; por desgracia, está viviendo una situación muy
atípica a lo que nos tenía acostumbrados: hoy día está luchando por no
descender de la Primera División.
El señor Vergara, propietario
del equipo, es uno de los culpables de esta crisis. Él sigue siendo la estaca
que sigue clavada en Chivas y hasta que no salga, seguirá haciéndole daño a un
equipo que su afición le exige cada día ser el mejor club mexicano. Los
aficionados hemos caído en la desesperación, tanto que algunos han dejado de
apoyar a Chivas porque sin duda, ha quedado mucho a deber.
Por otro lado está otro “grande”, uno de los acérrimos rivales de
los equipos mexicanos y uno de los más odiados: el América. Desde la salida de
Miguel Herrera, se pensaba que Antonio Mohamed no iba a dar la talla para el
equipo que había dejado campeón ‘el piojo’, sin embargo, el club de Coapa ha
sabido mantenerse en los primeros lugares y le ha dado una que otra alegría a sus aficionados
que al igual que Chivas, tiene millones. Aunque mi corazón rojiblanco le duela,
hay que admitir que América supo levantarse de la crisis del 2011, donde Michel
Bauer, el que fuese director deportivo en ese año, no sabía qué hacer en ‘el
nido’. La mala gestión del América partió de Michel Bauer que fue sólo una de
las piezas que contribuyó a la crisis del club, sin embargo, al reestructurar
el modelo institucional águila y con la llegada de Ricardo Peláez, poco a poco los
azulcremas han ido recuperando cierta hegemonía en la liga mexicana.
El club de la máxima casa de estudios en el país, los Pumas de la
UNAM han entrado en una pequeña crisis de gol en los últimos dos torneos cortos.
Se buscan culpables y responsables del tema. Como ya es una costumbre en el
futbol mexicano, todos señalan al entrenador. Como si despidiendo al director
técnico todo fuera a cambiar. Aficionados Pumas piden la renuncia de Borja ya
que como Vergara, es uno de los culpables de la crisis de grado menor que vive
el club.
Memo Vázquez, Mario Carillo y José Luis Trejo han presenciado la
dificultad que ha tenido Pumas para ganar partidos de local.
La directiva del club UNAM hizo oficial el retorno de Memo Vázquez
quien ya los ha hecho campeones, sin embargo, Pumas no se ve que camine con
paso firme y esto puede tener consecuencias a futuro, basta con preguntarle a
Chivas qué es lo que sucede cuando se dejan de hacer bien las cosas.
El estadio olímpico universitario ya no tiene el mismo peso que
antes, la famosa ‘rebel’ ha
tenido muy poca presencia en los estadios de fútbol con su distinguido “goya”
(al menos de local) y así como el Guadalajara, puede llenar estadios de
visitantes pero de local, la asistencia llega por mucho a la mitad de su
capacidad.
Y por último, tenemos al muy bien conocido Cruz Azul. A pesar de
los subcampeonatos, los aficionados cruzazulinos siguen sin poder saber desde
el año de 1997, qué se siente ser campeón otra vez. Es admirable cómo la
afición de ‘La Máquina’ sigue fiel a su equipo. Hay que admitirlo, ¿quién no se
ha burlado de algún amigo, familiar o conocido cruzazulino con los eternos subcampeonatos
del Cruz Azul? Aunque haya levantado la Copa MX hace un año, los seguidores del
club siguen exigiéndole el trofeo de la liga mexicana. No se quedaron conformes
con ese campeonato de una copa sin trascendencia alguna, sin embargo, quedaron
un poco más alegres e ilusionados de que la escuadra azul no tardará en levantar
una vez más el trofeo que se le ha negado desde hace 17 años.
En fin, como podrán haber notado, las aficiones de estos equipos
“grandes” viven realidades muy distintas desde hace un tiempo. Estos clubes
tendrán que reivindicarse con su afición para que puedan seguir teniendo esa
etiqueta que han ido desgastando poco a poco. El fútbol se debe a los aficionados
y la deuda que han tenido estas escuadras con los suyos, cada vez es más
grande.
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