domingo, 5 de octubre de 2014

Un poco de historia, más de reflexión IX





Un poco de Historia, más de Reflexión
                                                  
Itzel Jiménez Cruz
@Itzel_Justice

En esta ocasión, comentare sobre el rebozo, una prenda que se ha servido más que nada como un accesorio para las mujeres a lo largo del tiempo. Y digo accesorio, porque en estos días ya ha perdido su verdadero fin. Surgió por la necesidad que tenían las mujeres de cubrirse la cabeza para entrar a los pueblos, o desde tiempos muy remotos, era un auxiliar para transportar cosas y cubrirse del frío. Pero con la llegada de los españoles, se introdujeron la lana y la seda, por lo que se modernizó el rebozo. Se transformó en un pedazo de tela a la que se le añadieron hilos metálicos y otro tipo de fibras finas, por lo que ridículamente, las ordenanzas de la Real Audiencia de la Nueva España, señaló los lineamientos para el uso de este accesorio y por supuesto a la clase indígena no se le permitió usar un rebozo bonito y colorido, sino uno austero y sin adorno.

¿Qué se creían,  que simplemente porque lo decían podían decir quién si y quién no podía usar un  rebozo con colores llamativos y adornos? De cualquier forma, ha servido para las mujeres para muchas cosas y no solo para adornar la vestimenta. También ha adoptado significados culturales o ha fungido como forma de expresión. Por ejemplo, en México, el mojar la punta del rebozo en el agua de la fuente, significa que la mujer o joven, piensa en el hombre amado. Por otro lado, en Michoacán, si la mujer tiene anudado el rebozo en la punta, significa que quiere casarse.

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