domingo, 5 de octubre de 2014

Cambalache: Vicio electrónico

Cambalache
 



                               
                               @92Noguez  
                                       Strellitadelsur_92@hotmail.com



Vicio electrónico”


Bloquear, desbloquear, reiniciar, o quitarle la pila, son algunas de las maniobras que como usuarios de un equipo telefónico realizamos de 2 a 3 veces por semana (como mínimo) porque el sistema de red es pésimo, ¿o me equivoco amigo Telcel?

A quien no le ha pasado que en el momento que más se requiere, principalmente en una emergencia, se cae el sistema, los mensajes de texto tardan en llegar al destinatario o en su defecto no llegan pero te cobran el mensaje. Sin detenerme en estadísticas o un método científico para contabilizar a la población Telcel, me atrevo a decir tentativamente que de cada 10 usuarios 8 han sufrido por esta situación.

Pero este problema no es únicamente de la compañía telefónica, sino de toda la población, incluyéndome, que a pesar del pésimo servicio continuamos siendo “Territorio Telcel”. Y es que en nuestro país, la competencia de este tipo de empresas es mínima, y las que alcanzan a posicionarse o destacar en el gusto del colectivo social normalmente no tienen las herramientas adecuadas para competir con el poderoso monopolio.
Es verdad, son compañías que ofrecen demasiado por casi nada, o así lo percibimos por el encarecimiento del servicio Telcel. Pero pese a los excelentes paquetes de conexión que ofrecen estas pequeñas empresas telefónicas, la señal no permite que ello se haga posible y por tanto que la sociedad mexicana descarte por completo esa posibilidad.

La solución más viable seria, como en los métodos anticonceptivos, la abstinencia. Pero oh triste realidad! somos una sociedad adicta a la tecnología sea por necesidad o posicionamiento social. Desafortunadamente, hemos hecho del teléfono celular un instrumento indispensable para nuestra vida cotidiana, tengamos o no dinero haremos lo posible para obtener un aparato de esta índole y por consiguiente conservar nuestro vicio electrónico.



Karly Noguez

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