domingo, 5 de octubre de 2014

Los otros dos tipos de Mexicanismos

Los otros dos tipos de Mexicanismos
César Ruiz Hernández


Los mexicanismos restantes, nuestra tercera y cuarta categoría no son tan extremistas como los primeros dos, pero si tienen sus peculiaridades. Los neologismos, principalmente anglicismos y corrientes globalizadas son atraídos por grupos alrededor del mundo que insisten en no encontrar una identidad, pero esto no lo pretenden hacer o no lo manejan intencionalmente, sino es parte de la multifacética sociedad en la que actualmente nos encontramos. A esto remito ya que nos asemeja a la siguiente distinción del mexicanismo.

Le corresponde el tercer espacio a aquel mexicano que sólo es mexicano porque nació aquí, ni el himno nacional merece su estatus, bueno así lo cree. Es un ser que aparenta ser de otra sociedad, su vestir es agringado o en ocasiones afrancesado, no se percibe de ninguna forma como hijo del maíz.  Alaba cualquier producto mercadológico extranjero de “primer mundo”, desde la nueva película que es un derrame de efectos especiales sin contenido hasta un filme completo quizá similar a novelas locales, pero con artistas de “clase mundial”. Son mexicanos que si pudieran fácilmente, se trasladarían a otro país sin remordimiento de origen, buscando acoplarse a un mundo más a su placer y menos conflictivo y rodante como el que se vive en nuestro territorio.
Esta persona es un ícono fuerte del consumismo, espera ansiosamente la llegada del próximo iphone para sentirse pleno y con categoría, prefiere ir a bares o antros con nombres en inglés, generalmente fresas y gusta de deportes comunes pero de ligas extranjeras. Nunca es suficiente un triunfo de su nación para justificar el nivel de la misma, al contrario cuestiona si fue real, si no compraron el campeonato, título o premio, es incrédulo a dichas situaciones. Prefiere las cabelleras güeras y la piel clara; lo arriesgado y triste del caso es que exprime las actitudes de los extranjeros, pero mayormente las que discriminan o minimizan a los demás. Es decir son racistas o prefieren apoyar a un cantante guapo que a uno talentoso, disfrutan más una modelo bailar que a una escritora debatiendo, apoyar a un pueblo extranjero que protesta contra su gobierno que protestar contra el suyo propio.
De verdad es una situación preocupante, una constante de la falta de identidad y un apego sólido a dominios internacionales de estereotipos e imágenes de denostación social, en pocas palabras son un espejo del ser víctima del imperialismo cultural.
Otro caso, quizá no tan trágico, es uno de los más comunes, imagino que muchos se identificarán con el siguiente y último tipo de mexicanismo. Es un actuar clásico y típico de casi cualquier país, es aquel ciudadano inconforme de lo que sucede en su país, hablando específicamente de procesos político-sociales, es aquel que convive con la familia, amigos y demás, de una forma coloquial y general. Es alguien que pretende vivir para progresar y se identifica con su país, pero no lo suficiente; sólo en sus gustos musicales, efemérides importantes y artistas o exponentes de carácter popularmente importante.
Es quien vive al día, come lo que se puede y en ocasiones lo que gusta, lee todo tipo de escritos y publicaciones y consume productos de cualquier origen, es predecible como factor de comercio, pero no en extremo como el punto anterior. Sale, pasea, conoce, viaja y se siente parte de un México, pero conoce las deficiencias estructurales del mismo, su gran y única luz como chispa de iluminación es precisamente la esperanza de que pase algún milagro para construir su nación de nuevo.
Lo cierto es, que alejándonos un poco de los tipos y categorías de mexicanos que somos, es que nuestro país desarrolla infinidad de aptitudes y actitudes que repercuten en nuestro pueblo, mismo que debe presentarse como unidad, no sólo cuatro sino infinidad de revoltijos de contrastes, esto debe ser en lo cultural o en lo ideológico, así se vuelve caos.

 Facebook: Cesar Rue
Twitter: @cesar_Rue


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