IR Y REGRESAR
Sol Campero
@LeonoraZolezkaa
Han pasado ya al menos cuatro meses desde que este espacio fue abierto. Y sea por obligación o verdadera convicción, fue un escenario de pensamiento. Durante este tiempo me dejó expresar mi sentir sobre las cosas más comunes y simples, pero también me permitió elevar mis ideas ante situaciones verdaderamente preocupantes.Yo apenas con veintitrés años de edad, he sido espectadora activa de hechos impunes, que pasan todos los días a la vuelta de la esquina, en mi comunidad, en la calle, en mi escuela. Y pesar de que el dolor me aqueja y la indiferencia de algunos me lacera, seguiré en pie tratando de ser congruente con mis valores e ideales, consiente de que una voz no cambia al mundo, pero muchas si pueden hacerlo.Lo sabemos todos, aunque algunos se hagan de la vista gorda, vivimos en un estado fracturado, con la violencia y la represión zumbando en nuestros oídos. Sin embargo estos hechos han despertado a una sociedad cansada de no ser escuchada y hoy podemos percibir la unión de voces diversas que proclaman justicia. Justicia, una palabra simple, rodeada de miles de preguntas, la primera de ellas es, ¿por qué no existe la justicia igualitaria?, pero como en muchas otras cosas, la igualdad brilla por su ausencia.Por ello deseo que esta última columna que escribo para ustedes, no sea un recuento de los daños, aunque así lo parezca, sino una invitación a ser más críticos, a no quedarse con la primera impresión o con los rumores soltados, a ver mas allá de lo que pasa día a día, porque contextualizar los hechos es hacer una construcción mucho más clara y a veces sólida.Sí, soy una estudiante de periodismo, consiente de que los medios de información a veces se guían por intereses privados, no tengo una venda en los ojos, se que informar es peligroso de ambos lados, lo dicen las cifras de desaparecidos, de muertos.Pero no sólo soy periodista, también soy mujer, soy una ciudadana y estudiante, pero ante todo un ser humano, que al menos en teoría debería tener el mismo valor que mis congéneres. Porque vamos y venimos, recorriendo los mismos caminos en la búsqueda de una vida digna, en la cual no tengamos que esconder lo que pensamos por miedo a desaparecer.Espero que esta última reflexión no desaparezca y si alguien la lee dentro de algunos años, me responda que el camino ya no tiene tantas piedras, que es más suave y amable.¡Muchas gracias!
Twitter:@LeonoraZolezkaa
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