domingo, 2 de noviembre de 2014

El Silencio de la Afición




Marisol Lara
@marisolinski



La selección mexicana atraviesa por una etapa de reestructuración, el “piojo” Herrera necesita probar jugadores y crear un equipo fuerte para la Copa Oro y la Copa América, los futbolistas saben que ser elegido para estas competencias y hacer un buen papel puede servir para que se mantengan en la convocatoria y formen parte de la eliminatoria rumbo al mundial, e incluso puede darles un lugar seguro en dicha competencia. 
Cada que hay una nueva convocatoria el nombre de Carlos Vela empieza a resonar con fuerza, y siempre hay cierta curiosidad por saber por un lado si aparecerá en la lista de elegidos y por el otro si hará caso al llamado y vendrá a jugar, en esta ocasión Herrera no sólo lo convoco sino que aseguro que es un hecho que Vela jugará.  
Carlos Vela es un jugador muy hábil, completo y con mucho nivel (eso nadie lo puede negar) que se ha ganado el odio de algunos mexicanos y el respeto de otros tantos a los que no les importa cuántas veces diga que no, siempre reclamaran y exigirán que este sea convocado, y sueñan con verlo portar “la verde” una vez más, para muchos el equipo mexicano no puede darse el lujo de despreciar a un jugador tan vasto y que tanta falta le hace al seleccionado, pero tampoco creo que rogarle a Vela sea lo más adecuado y no es por orgullo, sino por credibilidad y congruencia. 
La selección mexicana necesita sí, a los mejores jugadores, pero también a los que mejor jueguen en equipo, un buen ambiente fuera del campo siempre contribuye a un buen funcionamiento dentro de la cancha, también es importante crear una competencia sana al interior, pero en el caso de Vela, sería contradictorio por un lado rogarle para que viniera y por el otro no ponerlo a jugar, es decir en caso de que Carlos aceptara el llamado, los directivos no podrían darse el lujo de dejarlo en la banca, él vendría a jugar, ha ser titular por el simple hecho de ser él; y darle a un jugador un papel tan estelar siempre es un arma de doble filo. 
Ser el jugador inamovible implica ser el mejor dentro de la cancha, es necesario justificar la permanencia con un buen nivel futbolístico y echarse el equipo al hombro y este tipo de presión no cualquiera la soporta, en el caso de Vela además implicaría ganarse a un amplio sector de la afición que no lo quiere y que considera que no es necesario, cada uno de sus errores serian argumento suficiente para que los medios se le fueran a la yugular, además de que su presencia podría causar división en el equipo, hay muchos futbolistas que sueñan toda la vida con ser llamados a la selección y que en cuanto se les otorga la oportunidad dan lo mejor de sí, y hacen su mayor esfuerzo por permanecer y si unos lo dejan todo y otros juegan a medio gas; resulta por demás injusto que a la hora de la depuración y la lista de convocados final, los de mayor esfuerzo queden fuera. 
No demerito el juego de Carlos, pero si desapruebo sus actitudes, sus declaraciones y sus tweets, si no quiere jugar que no juegue y punto. 
Creo que su constante negativa se debe a que está consciente de que la camiseta de la selección le queda grande; después de ganar el mundial sub 17 sus actuaciones con la selección fueron lamentables y francamente de pena ajena, no pudo con la presión y supongo que es más fácil para él negarse y que la gente hable de sus actitudes extra cancha y no por su pésimo desempeño futbolístico, hay jugadores que en sus equipos juegan muy bien y que en la selección se apagan y Vela fue uno de ellos, en fin… si viene a la selección que venga a jugar, y no en plan de diva, que se deje de dimes y diretes y de la controversia, que demuestre porque los directivos le han rogado tanto, de no ser así es mejor que mantenga su postura y permanezca alejado.  
Nadie es imprescindible y nadie es básico, cuando lo que se requiere es sumar.

Twitter: @marisolinski 

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