El aborto
Lizbeth Hernández
@liiZ_zh
La gran mayoría de seres humanos somos más convenencieros que nada y eso me queda muy claro, a veces las situaciones que me ayudan a reafirmar esto no son tan buenas, más bien no son nada buenas, un ejemplo: el aborto. Y es que es bien “chistoso”, porque no creo encontrar otra palabra, cuando se habla de tan “polémico” tema, que cuando se trata de una mujer joven o adolescente que está embarazada y obviamente no planea el tener un hijo, se le dé como opción el aborto y al bebé se le trate de feto, embrión o producto, mientras que una mujer que no tenga la posibilidad de tener hijos y opte por la fecundación in vitro, entonces sí se le llame bebé. A donde voy con esto, pues a la falta de sensibilización, criterio y moral con que la mayoría de personas se refieren a algunos temas, hasta en los medios de comunicación lo llegan a hacer, una ocasión en un noticiero hablaron del aborto y mencionaban que hasta las 12 semanas el “producto” podía ser desechado del cuerpo de la mujer y seguía siendo legal y en una nota de un accidente manejaban la cifra de 15 personas fallecidas pero como una mujer llevaba 8 semanas de embarazo ya podían ser consideradas 16 personas. Eso solo puede pasar en una sociedad de doble moral, y no puede ser más que “chistoso” el que se siga hablando de los derechos humanos, de la mujer, de los niños, cuando no pueden ni definir claramente donde el feto, embrión o producto pasa a ser una persona con derechos. Mientras tanto en la sociedad para algunos cuando convenga será un feto, y cuando se requiera será un ser humano. Pero si de algo estoy más que segura y es en lo que creo es que el aborto no será nunca ni por mucho una buena opción. Para mí, la muerte, extinción o desaparición de “un producto sin culpa”, consecuencia de nuestros actos, no tiene lado positivo.
Twitter: @liiZ_zh
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