Marisol Lara
@Marisolinski
La espera terminó, la Champions League está de regreso, después de meses de espera, expectativas y especulaciones llego el momento de la verdad, el momento de hablar en la cancha y de reflejar lo que los equipos entrenan en la semana, en pleno puente por fiestas patrias nada mejor que curarse la cruda frente a la televisión disfrutando de la mejor competición a nivel de clubes, pese a que todos los equipos ya jugaron en sus respectivas ligas los partidos de Champions siempre sirven para conocer el desempeño real de la mayoría de los equipos.
Es cierto que a esta liga como a muchas otras clasifican equipos que para muchos no representan una gran resistencia, también es cierto que son equipos que no tienen nada que perder y justo por ese motivo no deben de tomarse a la ligera, aunque existen sus claras excepciones, hay equipos que son conscientes de que no tienen un nivel real para competir al tú por tú con los grandes equipos y aprovechan esta competencia para llenar sus estadios y tener un poco más de proyección a nivel mundial. Desde el sorteo de los grupos existen grandes expectativas, todos nos preguntamos cual será el grupo de la muerte y quienes lo integraran, en los grupos restantes es casi seguro que habrá un enfrentamiento interesante y dos más que sólo servirán para definir qué equipo clasifica como primero de grupo, porque de antemano se sabe cuáles serán los equipos que clasificaran, en repetidas ocasiones me he cuestionado sobre el acomodo que tiene el Barcelona durante los sorteos ya que generalmente le toca contra equipos de ligas poco vistosas y fáciles, por suerte este año es la excepción.
El fútbol español, el inglés, el italiano, el alemán y el fútbol francés tienen una proyección internacional considerable no solo por el nivel de juego que despliegan sino por la cantidad de publicidad que generan de manera global, aunque sólo se habla de uno o de dos equipos, esos equipos generalmente juegan bien al balón, son vistosos y generan resultados, los aficionados siempre esperamos que clasifiquen a la fase de octavos, porque a partir de esta instancia es donde empieza la verdadera competencia, buscar subsistir, sobresalir; la eliminación directa resulta por demás interesante, en algunos casos hasta cardiaca, porque a la Champions clasifican los mejores clubes de Europa, pero “hasta entre los perros hay razas” y se sabe que equipos como el Zenit y el APOEL de Chipre nunca figuran en este torneo, sí, son los mejores de sus ligas, pero sus ligas no son tan competitivas, estos equipos pueden participar en la Champions porque son europeas, pero el hecho de que sean europeas no es sinónimo de que sean buenas o de que tengan un nivel para competir, es por eso que durante la fase de grupos es común ver partidos que resultan en goleadas como el 5-1 del Real Madrid frente al Basel; es cierto el Madrid tiene un equipazo y el encuentro fue agradable, pero también hay que mencionar que aunque el otro equipo quiso, no tuvo con que; los mismo en el 6-0 del Porto sobre el Basel o el 5-0 de la Roma contra el CSKA de Moscú, las goleadas en la Champions al igual que en muchos otros torneos son en algunas ocasiones el reflejo de buenos equipos que se enfrentan contra equipos de capacidad limitada; de este lado del charco el América goleó 10-0 y escuche la frase “no hay que volverse locos”, el América jugó bien, pero el otro equipo no metió ni las manos, lo mismo pasa en la Champions en donde si hay nivel, mucho nivel futbolístico, que quede claro que el anterior ejemplo sólo fue para ilustrar la situación y que no estoy diciendo que el América tiene el juego suficiente para jugar en la Champions porque es evidente que no, pero en todas las ligas existen diferencias marcadas muy considerables, en lo económico, en los planteamientos y en las capacidades, por lo cual hay que saber evaluar y ver los resultados de forma realista, la Champions ofrece partidos agradables, algunos muy parejos y otros que no lo son.
Siempre que inicia una nueva edición de esta competencia, me pregunto si esta será la Champions de la sorpresa, la copa en la que un equipo sin tantos reflectores logre salir campeón, en donde surja un equipo que nos recuerde que más allá de las cuestiones monetarias y de las grandes figuras, el fútbol es un deporte de asociación en donde siempre influyen las ganas y el corazón. El panorama es y se ve complicado, pero me gusta pensar que las cosas imposibles se pueden lograr y que en la cancha 11 vs 11 en cuanto rueda el balón cualquier cosa puede pasar.
Twitter: @Marisolinski
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