Itzel Jiménez Cruz
@Itzel_Justice
El
temazcal, ese baño tradicional indígena, en el que las personas a través de su
sudor, desintoxican su cuerpo, si, ese
es el tema de hoy. Parece ser algo sencillo, pero el baño de vapor o temazcal,
consiste en algo más que solo verter agua sobre piedras volcánicas calientes y
hierbas aromáticas. Es una forma de conectarse con el ser interior, y
confrontar las partes obscuras del mismo para que el espíritu renazca y sea más libre que cuando entro a esta
especie de cueva o recinto de forma esférica, o por lo menos esos creían los
indígenas.
Desde
tiempos muy remotos, esta práctica ha existido, pero siempre ligada a la idea
de purificación, sin embargo con la llegada de los españoles, su finalidad
cambio. Los baños comenzaron a aplicar la herbolaria para combatir enfermedades
y padecimientos que los españoles trajeron consigo, y claro, ellos ni siquiera
tenían un conocimiento claro de las plantas y en ocasiones, en lugar de servir
como un baño terapéutico, el temazcal fue un foco de enfermedades y de estados
alucinógenos. Ya después de esto, fue cuando los prohibieron, pero más que nada
fue porque los aborrecía la de que varios hombres y mujeres estuvieran desnudos
en el mismo lugar.
Como
sea, el temazcal es una tradición que hasta nuestros días sigue poniéndose en
práctica. Se ejerce por las personas que quieren o necesitan aliviarse de sus
padecimientos y están dispuestos a soportar el intenso calor y la sensación de
sofocación, además de la intimidante penumbra. Sin embargo las personas sanas,
también se adentran a este baño, solo por vivir la experiencia.
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