CON
LA RIENDA
Danya Angélica Gálvez
Ordóñez
SIN
MALTRATO
Asociaciones en defensa de
los animales censuran diversas actividades que son una tradición en las festividades
del pueblo mexicano; como peleas de gallos, corridas de toros, fiestas charras
e incluso el uso de animales en el circo. Hoy hablaré de manera específica del
deporte campirano cuya tradición nace en un rincón de mi querido estado de
Hidalgo.
La charrería se ha visto
amenazada por movimientos a favor de la protección de los animales, pero si nos
anclamos al origen de la palabra “charrería”, de acuerdo con la historia se
remite a la actividad de domar el ganado
caballar y vacuno, sin embargo en el diccionario que rige nuestra lengua lo
definen como el coloquio de -Obra o adorno impropio, sobrecargado o de mal
gusto-, que no tiene nada que ver con la actividad que se realiza hoy en día.
Con base a la definición que
la referencia histórica nos da, puedo definir al charro como la persona
encargada de domar y cuidar el ganado. Como deporte el charro no pierde el
sentido de esta especificación pues a pesar de que el diccionario lo explica cómo - Jinete o caballista
que viste traje especial compuesto de chaqueta corta y pantalón ajustado,
camisa blanca, sombrero de ala ancha y alta copa cónica- también procuran el
bienestar del ganado.
Si los grupos de protesta
realizaran lectura del reglamento charro, descubrirían que entre líneas de la
redacción de sus normas para realizar las diversas suertes, especifican que en
caso de dañar el ganado serán sancionados y aunque el castigo no es la máxima
pena (descalificación) si se multa restando puntos, siendo esta una buena
medida para proteger al ganado no solo caballar, sino también el vacuno.
No podemos olvidar la
finalidad que tenían estas suertes, ya que antes de ser considerado deporte, estas
actividades se realizaban con el propósito de cuidar al ganado para su
aprovechamiento. Yo los invito a que antes de juzgar, tomemos tiempo para
conocer la intención de cada disciplina y las normas que lo rigen, para tomar
posturas a favor o en contra de cada una de ellas.
Y si todos los que se
encuentran en contra de estas actividades pueden comprobar que son 100 %
vegetarianos tomaré en cuenta la justificación que dan al querer que se
prohíban, pues no olvidemos que para que la carne llegue a nuestro plato se
tienen que morir animales y su muerte conlleva dolor.
Twitter @AngiiGalOrd
No hay comentarios:
Publicar un comentario