sábado, 9 de agosto de 2014

Detrás de la paranoia

Sol Campero


El tiempo no se detiene pero algunos hechos son atemporales, la delincuencia por ejemplo, todos los días  despertamos con noticias no muy alentadoras sobre la inseguridad, por ello no es raro pensar que algún suceso desafortunado pueda ocurrirnos,  ¿está mal culparnos  de paranoicos?

Nadie está exento de ser víctima de los amantes de lo ajeno, aquellos que ya no tienen hora para llevar a cabo sus fechorías, el cinismo es una de las características de estos tipos que a plena luz del día y a la vista de todos atacan a sus víctimas.

Podrían pensar que mi afirmación es exagerada o poco realista, pero según  las últimas estadísticas  del INEGI,  la criminalidad aumentó 16.9 por ciento en 2012 respecto a 2011, si bien esta cifra  es impactante, lo es más el hecho de que muchas víctimas prefieran ahorrarse el proceso burocrático y tedioso de hacer la denuncia, ese mismo años  sólo se denunciaron el 12.2% de los delitos, de los cuales el 64.7% llevó al inicio de una averiguación previa ante el Ministerio Público.

Esta es la parte que debe llamar la atención de los sistemas de justicia en México, la poca efectividad en sus funciones hace que  los ciudadanos no crean en ellos y muchos tomen medidas como evitar salir a las calles,  sin embargo privarse de la libertad  sería lo mismo que encarcelar inocentes.

La delincuencia tiene un trasfondo social tan hondo que no se puede rellenar con soluciones superficiales, es necesario  darle la cara a la la desigualdad económica, la deficiente  educación, la falta de oportunidades laborales y valores, para encontrar soluciones que mejoren la impartición de justicia.

 Twitter: @LeonoraZolezka


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