Punto y Aparte

Jessica Medina

Están y no están 

Reflejo de una sociedad con carencias de participación cultural, social y política, sumando la falta de conciencia en ámbitos que nos afectan a todos, indirecta o directamente, aunque unos no lo quieran ver o no lo puedan comprender, sí, estoy hablando de Hidalgo, uno de los diez estados más pobres del país, pero ¿quién se ha preocupado? o ¿quién ha levantado la mano para decir: basta o hagamos un cambio?, preocupantemente, la minoría.

En esta ocasión quiero priorizar el tema sobre la conciencia animal, ya que es cierto que en los últimos 5 años ha avanzado y aun así sigue siendo un tema poco hablado entre la sociedad. ¿Cuántos de nosotros tuvimos o tenemos un perro o gato que nos acompaña en nuestros tiempos libres? apuesto que la mayoría, pero ¿a alguno de ustedes le han dicho que estos seres dependen, en cierta manera, de una responsabilidad, y que tenerlos en casa no es para que la protejan, ni tampoco como juguete para el integrante más pequeño y mucho menos para cubrir esa necesidad de moda?, creo que si cambiáramos nuestra perspectiva hacia otro ángulo quizá podríamos entender la sencilla razón de que estos animales son parte de la sociedad, y por ende, tienen los mismos derechos que nosotros, la diferencia está en que ellos no tienen la posibilidad de poder expresarse públicamente y por lo tanto, no hay instituciones que realmente velen por sus derechos, se supondría que nosotros entraríamos ahí,  pero tristemente existen esos límites que en múltiples ocasiones nos vendan los ojos: la superioridad y la conformidad. 

Aclarando que esto no sólo pasa con perros y gatos, los mencione primero porque son  ellos con los que existe mayor cercanía y quizá cierta simpatía, pero Hidalgo es un estado en donde se siguen permitiendo las corridas de toros, sin dejar de mencionar que el Gobernador Francisco Olvera Ruíz las nombró patrimonio cultural, estado en donde es legal trabajar con animales en los circos a pesar de la clara contradicción de tener un Bioparque que su función principal es el rescate y rehabilitación de animales de fauna silvestre, muchos encontrados precisamente en estos sitios de “diversión”, me pregunto ¿por qué la directora del Bioparque, Erika Ortigoza, no ha dado a conocer la iniciativa de circo sin animales?, estado en donde hay aproximadamente más de 800 mil perros y gatos en la calle, que, además de sufrir las necesidades básicas de cualquier ser vivo, son parte de un asesinato brutal, conocido mejor como “Perrera” o “Control Canino”.

Y es que a pesar de que en 2005 entró en vigor la Ley de protección y trato digno de los animales diciendo en su Artículo 4° que todos los animales tienen derecho a vivir y a ser respetados, las autoridades hacen caso omiso a esto, sin embargo el problema no solo radica en lo  mal que está estructurado el sistema sino que radica aún más en la sociedad por no tratar de hacer algo al respecto y por esa deshumanización que está presente. 

Queridos lectores, los invito a que reflexionemos que todos en algún momento necesitamos o necesitaremos de otros, y no precisamente de alguien semejante, la cuestión siempre está en construir juntos, porque no sólo es la cuestión del maltrato animal, pero eso es PUNTO Y APARTE.  

“Está, mi primer columna, tiene dedicatoria a todos aquellos seres no humanos que han sido víctima del maltrato físico y verbal, a los que se han ido dejando su huella en las calles y a los que, lamentablemente, les han quitado la vida sin ninguna justificación”

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