domingo, 7 de septiembre de 2014

HE OLVIDADO CÓMO OLVIDAR…







Por: Sol Campero.

“La vida sería imposible si todo recordará. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse”.
Roger Martin Du Gard.
Hablar de olvido como un proceso originado en la psique individual según la psicología tiene causas distintas: por interferencia cuando tratamos de recordar algo previo o posterior a un hecho pero no podemos, existe también el que es ocasionado por el desuso de un recuerdo y otro que tiene su origen en lesiones o degeneraciones cerebrales como el Alzheimer, sin embargo no me interesa ese tipo de olvido, yo quiero hacer alusión a aquel que es inducido, sí, al olvido más común de todos, el olvido de los sueños.
En esta vida tan apresurada, sintética y compleja, hemos puesto la mente en modo “limpieza automática”, dejando atrás  ilusiones y deseos, porque es mucho más sencillo no esforzarse, tan sólo ser como Henry Chinasky y seguir la senda del perdedor que Bukowski plasmó en su libro, olvidando la esencia verdadera de existir, para convertirnos en despojos de la suerte, hiendo por ahí sin metas, renegando de todo incluido de nosotros mismos.

Nos hemos olvidado de amar, pero más que nada de aquellas personas que alguna vez amamos, con esta manía de querer sentirnos plenos sólo por el lado de la felicidad, entonces lo usamos y traemos a la mente información de recuerdos tristes o dolorosos, abandonamos lo que nos conviene por comodidad y de este modo nos convertimos en manipuladores del olvido.
No lo utilizamos como un ejercicio necesario para el bienestar mental, no, simplemente olvidamos lo que queremos, yo más de una vez he aplicado esta fórmula infinita que se repite continuamente, tan acostumbrada a también ser motivo de olvido.
Quien me diga que nunca lo ha hecho seguramente le esta ordenando a su mente suprimir el recuerdo para voltear cínicamente la pagina y sonreír por las nuevas memorias, aunque no sé si yo misma en algunos años recuerde de qué estaba escribiendo, el día 4 de septiembre de 2014 a las dos de la madrugada.


Twitter: @LeonoraZolezkaa

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