Voluntad,
tesoro perdido.
Por:
Sol Campero.
Más
de una vez he querido hacer o dejar de hacer algo, resolviendo la cuestión con
convicción frenética momentánea y sin embargo esto no ha ocurrido, pretextos
vienen y van, como “no hay tiempo”, “es la última vez”, etc., pero lo cierto es
que hace falta voluntad; ese empujón que ha llevado a los genios a realizar grandes cosas y que a otros carentes
de ella los arrastra al fondo de la mediocridad.
Poco
a poco hemos perdido las ganas de imaginar, de creer, a veces de alejarnos de
las malas prácticas que nos hacen daño o de simplemente comenzar el día con
ambiciones renovadas, olvidamos ese hilo conductor que nos saca a flote. Muchas veces esto ocurre simplemente porque
no somos dueños de nuestra propia vida, no tenemos proyectos fijos.
Claro
ejemplo son aquellos jóvenes que no vislumbran que desean de su futuro, y sí,
yo fui una de ellos, me pasó lo que a varios en el momento de elegir una
carrera, estaba indecisa y tomé decisiones no muy adecuadas; fueron momentos de
incertidumbre, de retroceso en mis planes y de inestabilidad emocional, sin
embargo, no hay mal que por bien no venga, como dice ese tan famoso dicho y
actualmente tengo claro lo que deseo, sé bien hacia donde me dirijo y sobre
todo que debo luchar por alcanzar mis objetivos.
Naturalmente
no basta con decirlo, los hechos en estos casos valen más que cualquier cosa,
por ello insisto en que la voluntad es un tesoro que hay que buscar cual
pirata, no importa que tan adentro de nuestro psique se encuentre o si hemos
sentido más de una vez que se ha perdido para nunca volver, siempre quedan las
reminiscencias en alguna parte y pueden volver a surgir valientes y ardorosas
como ave fénix.
Twitter: @LeonoraZolezkaa
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