PARA LA HORA DEL CAFÉ
PEÑA
NIETO Y EL AEROPUERTO,
FRAUDE A
LA BUENA FE
Joel Sánchez
Rodríguez
@JoelSanRadar
El Presidente Enrique Peña Nieto, anunció que el Gobierno Federal
iniciará de inmediato, la construcción de lo que será el nuevo aeropuerto internacional
de la Ciudad de México, que será el más moderno del mundo, con tecnología verde
y sustentable, único en su estilo y clase y que será capaz de atender la
demanda de servicio a 32 millones de pasajeros.
El proyecto será transexenal y además el más importante de su
administración en cuanto a infraestructura; requerirá una inversión de 120 mil
millones de pesos y que habrá de generar hasta 160 mil nuevos empleos durante
su construcción.
Suena magnífico para un país como el nuestro, el poder contar con una
terminal aérea de esa naturaleza; pero el anuncio significa al mismo tiempo un
fraude a la buena fe de los hidalguenses y el incumplimiento de la palabra que
Peña Nieto empeñó en la entidad cuando como candidato a la Presidencia, se comprometió
a construir en Hidalgo el aeropuerto alterno al internacional “Benito Juárez”
lo que equivalía a cristalizar el anhelo surgido en el gobierno de Guillermo
Rossell e impulsado activamente por las administraciones de los gobernadores
Jesús Murillo, Manuel Ángel Núñez, Humberto Lugo, Miguel Ángel Osorio y
Francisco Olvera.
El proyecto aeropuerto despega con un gran anuncio y se prevé que su
vuelo de aquí al 2018 que quedará concluida la primera etapa sea sin
turbulencias o con muy pocas, pues el polígono de 12 mil 500 hectáreas donde se
construirá, no tiene problemas en cuanto a la tenencia de la tierra, pues
pertenece al Gobierno de la República que empleará 4 mil 130 hectareas para la
infraestructura física, el resto será para reserva.
Lamentablemente el nuevo aeropuerto no aterrizará en Hidalgo y en lo que
para unos es una ironía y para otros una traición, el ex-gobernador Manuel
Ángel Núñez Soto, el mismo que como mandatario peleaba hace años su
construcción para nuestra entidad, será el piloto del mismo, pues ha sido
designado como director del proyecto aeroportuario, pero no para tierras
hidalguenses donde lo esperaban mil 600 hectáreas en el valle de Tizayuca, sino
para la zona norte del Distrito Federal, en las inmediaciones de Texcoco.
Los arquitectos Norman Foster y Fernando Romero, han diseñado el
proyecto; el primero es británico y considerado quizás como el mejor del mundo;
el segundo es mexicano, su mejor credencial radica en ser yerno del magnate
Carlos Slim.
Pero lo que realmente importa a los hidalguenses es el incumplimiento de
Peña Nieto que aún así afirma que “nos comprometimos a Mover a México y estamos
cumpliendo”; la burla por parte del presidente y la incertidumbre en la que
queda el futuro de muchísima gente que tenía sembrada sus esperanzas en ese
proyecto del que ni la primera piedra llegó, pero que en cambio mantuvo esa
tierra inactiva e improductiva durante lustros.
Mucho se ha especulado ahora que en ese sitio se podría edificar un
parque de diversiones, pero aun siendo así, no se podrá compensarse lo que
habría representado un aeropuerto ahí, terminal que por cierto, el director
general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Gilberto López Meyer, afirmó en
el mes de julio que sí se realizaría.
Ahora se sabe que solo fue un engaño más, pues el proyecto anunciado por
Peña Nieto lleva ya un año en diseño y eso lo saben bien personajes como Manuel
Ángel Núñez Soto.
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Twitter:
@joelsanradar
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