Lizbeth Hernández
En éstos últimos días a todos los aficionados al fútbol, nos llamó la atención
el fichaje de Javier “Chicharito” Hernández por el Real Madrid cuando en el
Manchester United era casi invisible, como cuando era convocado por la Selección
Mexicana, demasiadas opiniones y puntos de vista que dan mucho de qué hablar
sobre la decisión de estos clubes. Algunos afirman que sólo fue cedido gracias a
que con él se podrán vender cientos de camisetas del equipo ya que el Chicharito
es un jugador que sí algo puede es vender, más no jugar. Cierto que no será titular
y deberá luchar fuertemente por conseguir algunos minutos en el terreno de juego,
además de que sólo está cedido por un año con posibilidad de compra, pero si
sigue mostrándose como un suplente de lujo, dudo realmente que pueda seguir
mucho tiempo del otro lado del charco, por más mediático que sea. Y por si fuera
poco la salida de Ángel Di María del Real Madrid al Manchester United, el jugador
pedía la módica cantidad de 8 millones de euros al año pero su antiguo club sólo
ofrecía 6 así que en cuanto se dio la oferta la operación fue cerrada con éxito.
Di María deja su huella en el Real Madrid; ganar una liga, dos Copas del Rey,
una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y la ansiada Décima, en la
que además fue elegido mejor futbolista de la final. Además de esto su acertada
transformación de delantero a centrocampista, le valió no quedarse en la banca
y ser elegido como mejor futbolista de la final. Dos fichajes tan polémicos de
jugadores con desempeños tan diferentes y, situaciones contrarias que han dado
mucho de qué hablar, sólo resta esperar que para ambos clubes y jugadores las
cosas sean mejores y los deportistas puedan demostrar todas sus cualidades en
el terreno de juego.
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