por César Ruiz Hernández
Me permito…
Lectores, deambulando en las calles de la razón, con firmeza entrega y pasión, contribuyo al siguiente mensaje exponer. Sin ánimo de ofender, pero sí de arribar en las conciencias o al menos sin tanta ciencia consensar en un acuerdo paralelo de ideales.
Sin creernos radicales, ni extremistas de cabos enemigos, exhibo mi denuncia pública de conflictos rotos y gritos de consigna adictivos.
A la letra:
Con esta línea del tiempo, que parece extensa y sin final.
Una aplastante y rotatoria rutina de agachones, o agachados como Rius nos denomina, cabizbajos por decreto y conformistas por consenso popular; aclaro si no he ser conformista he de pelear, he de alzar mi aliento por una visión de descontento para quien sugiere este esquema como un protocolo común, con pasos a seguir, con propuesta de existir, pero nosotros hemos de decir que no queremos ver nuevamente el mismo final.
Ser una generación más en ser controlada, una corriente más aniquilada, mentes brillantes liberales que duermen por su ansia de diferencia, debido al desprecio de las masas que aprueban y asienten lo que ven, y no ocupan ni un centímetro de crítica en este desvanecimiento de raíces y sensores despertares de impaciencia.
Un dos tres, un dos tres, la corriente nuevamente se fue, paga la luz para que la ilustración te asista, paga la luz para que este fraccionamiento desvista los imperdonables contrastes des igualitarios en tu México, porque es tuyo tal como lo exponen, mío sí, pero para saldar cuentas, esas son públicas, las razones propias y comunitarias, la autonomía casi inexistente o poco vista, lindo cantan: México, rico y vendido.
Somos un ojo morado en el rostro de García Márquez, por su defensa de ideales, un presidencialismo adjetivado por Vargas Llosa como una dicta blanda, pero que finalmente dicta, dicta y nos calla.
Una alternativa de Zarco en el siglo XIX, la cultura penetra y critica, informa y advierte; estrategia que quienes censuran no comprenden, es respuesta a dicha sociedad comprada por pocos y pagada por muchos. El anarquismo de los Flores Magón menor al amor patriótico de cambio de su razón, una censura a la libre expresión. Tenemos libertad de pensamiento, lo siento: miento; eso también nos imponen a creer, nos dicen que ver, qué leer, gusto en conocer...a tu nación, a tu país que es hermoso, sus playas, sus recursos, sus bosques, todo es maravilloso. Si señor le agradezco, su postura en contenta, todo lo que usted menciona si le llega… lo tenemos a la venta.
Mi pensar es asegurado, sí, asegura lo que he vivido, leído y estudiado, pero sobre todo el no repetir nuestro propio pasado, camino para delante, busco no perderme en lo ignorante, adelante caminante como firme. Y harto del caso que abrazo, avanzo con la frente en alto como pasos, la labia de Sonik que retumba en sus palabras, la perseverancia de jess cuya tez se frunce al ver injusticias evidentes, con el coraje que se siente pisando fuerte junto a mera, un discurso pronunciado por Enciso sin pelos en la lengua, valiente cual Liz frente a un grupo mayoritario que engloba, resueno a mi raíz el callar, escuchar cuando es necesario. Soy mal hablado como quintero, soy un soldado de la letra pretendiendo ser un guerrillero.
Un amigo sincero del que día a día se levanta con cautela, enfocando su mirada en la novela, pero no esta novela donde el bueno gana, donde el ratero y el asesino mueren o son encarcelados; basta de cuentos sobre escritos armemos un rompecabezas de una historia o hecho no fabricado. Un texto nuevo de desorden de caos, de grilla, mejor a seguir alimentando este redondo pensar y alabando a su silla.
Soy un feminicidio impune y abundo, un asesinato a periodista sin relación con su oficio, un orden moribundo que prefiere estallar a regresar al consenso de silencio. Soy otra voz que descubre su punto en esta situación y contribuye a encontrar la tormenta con el objetivo de calma. Una escape de ideas con fines carambadíticos, presencia kamikaze pero con objetivo claro y directo, seguro como un presidente electo sin magnicidio en el camino; soy un burgués menos a tu costado denigrándote sólo por no ser igual, una conducta irreparable del que vive para criticar y romper el círculo de homogeneidad. Tú misma suerte no es la misma que la de todos, la línea del tiempo finalmente nos controla, misma línea que parece extensa y sin final.
Twitter: @cesar_Rue
Facebook: Cesar Rue
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